La alcaldesa, Noelia Arroyo, ha explicado en el II Foro Urbano de España que se celebra en Granada, que desde la aprobación del Plan de Movilidad Urbana Sostenible, CartaGo, el municipio ha duplicado los kilómetros de carriles bici, que han pasado de 12 a más de 24, y en dos años ese aumento superará el 65% gracias a las obras que ya tienen financiación europea y que elevarán el total de carriles bici por encima de los 34 kilómetros.
Así lo ha destacado la alcaldesa en el II Foro Urbano, al que ha sido invitada para reunirse con los alcaldes de las ciudades con planes piloto de Agenda Urbana y a una mesa redonda sobre movilidad, en la que ha expuesto el I Plan de Movilidad Urbana Sostenible del municipio, CartaGo!
Arroyo ha informado que el desarrollo del Plan también supone la puesta en marcha de dos aparcamientos disuasorios para los que también se ha logrado financiación europea y cuya obra será licitada antes de un mes.
Se trata de los aparcamientos de la plaza Severo Ochoa para 120 vehículos; y el segundo en el aparcamiento de Eroski, con 700 plazas, que tendrá conexión directa con el carril bici de la avenida Sebastián Feringán y las calles del plan Rambla, y contará con plazas reservadas para personas con movilidad reducida.
“Abordamos la movilidad siguiendo la hoja de ruta marcada en nuestro plan de movilidad urbana, que aprobamos hace dos años, que nos ha permitido introducir filosofías novedosas, como la ciudad de los 15 minutos, impulsada por París”, ha destacado la alcaldesa.
El objetivo, según Arroyo, es diseñar nuevas formas de conectar a los ciudadanos dentro del municipio, potenciando alternativas al vehículo particular y desincentivar a su vez los grandes desplazamientos.
“Queremos construir un municipio en el que los vecinos tengan cubiertas sus necesidades en su entorno y no se vean obligados desplazarse para comprar, ir al colegio o disfrutar de su tiempo libre. Para eso no nos basta con hacer carriles bici, se consigue fundamentalmente con inversiones descentralizadas y un diseño urbanístico concreto”.
A través del Plan General de Ordenación Urbana, que se encuentra en revisión, “podremos garantizar un crecimiento natural de esos núcleos de población para que las principales necesidades de sus vecinos, empezando por la vivienda, puedan atenderse cerca de sus casas. Y, por supuesto, es muy importante facilitarles la libertad de moverse por su ciudad, de forma sostenible”.
Se trata de un modelo muy descentralizador, argumenta Arroyo, que implica planificar la ciudad en base al concepto de “cronourbanismo”, y volver a generar estructuras urbanas para que los barrios dispongan de todos los servicios y necesidades básicas.
Entre las medidas previstas de cronourbanismo está la nueva red mallada de carriles bici; los aparcamientos disuasorios; las súpermanzanas, que servirán para pacificar el tráfico en el interior de las manzanas ampliando zonas para peatones, zonas ajardinadas o de juegos infantiles; y otras actuaciones de urbanismo táctico, para agrandar los espacios para el peatón.
Además, a través de la ordenanza de Zona de Bajas Emisiones, aprobada el pasado año, “hemos implantado una red de sensores y cámaras que monitorizan el tráfico y la calidad del aire y esa tecnología nos ha permitido crear un “laboratorio urbano” con la Universidad Politécnica de Cartagena, para dar soluciones y alternativas a una gestión del tráfico más eficiente que mejoren la calidad del aire.
“Nuestro fin es obtener el cóctel de soluciones que nos permita lograr nuestros objetivos sin prohibiciones, sino con las mejores alternativas que reduzcan la necesidad de grandes desplazamientos y del vehículo privado en la ciudad”, ha señalado la alcaldesa.