La dirección general de Patrimonio Cultural de la Comunidad Autónoma ha autorizado el nuevo proyecto de iluminación ornamental del Cerro del Molinete que llevará a cabo el Ayuntamiento de Cartagena. "Con ello se mejorará la experiencia del visitante durante su recorrido nocturno por este conjunto histórico del centro de la ciudad", indica la alcaldesa en funciones, Noelia Arroyo.
Para llevar a cabo esta mejora se sustituirán las luminarias de los elementos verticales existentes por unas más eficientes y resistentes. Y se pondrán nuevas luces de forma estratégica por todo el recorrido y las edificaciones del cerro del Molinete que se erige en el centro de Cartagena. Habrá iluminación rasante en las escaleras para guiar la vista del observador hacia arriba, donde se encuentran el molino y el templo.
El santuario y el templo tendrán también una iluminación cálida a nivel del suelo para poner en relieve los desniveles y texturas que conforman su arquitectura. Para las zonas más amplias de encuentro del Molinete, se instalarán unas farolas de tipo shuffle. Éstas, aparte de proporcionar una iluminación más general, admiten accesorios como conectividad o cámaras de videovigilancia.
La ermita de San Cristóbal, que durante muchos años sirvió de faro para los navegantes, combinará dos iluminaciones. Será más potente en la parte superior de la construcción. Con ello se pretende recuperar esa idea de linterna-faro, devolviendo su función como punto de referencia y orientación de la ciudad de Cartagena.
LUCES EN EL MOLINO Y LOS MUROS ANTIGUOS
El molino de viento, situado en la cumbre del cerro, no es tan antiguo como las edificaciones que lo rodean. Si bien, muestra la pluralidad de épocas constructivas que se encuentran en el parque arqueológico. Así pues, igual que las casas del s. XVIII, el molino tendrá una iluminación más fría y neutra, tanto interior como exterior. Servirá para enfatizar la diferencia temporal a la vez que su importancia.
También se iluminarán los restos de los muros antiguos, que datan del siglo II a. C. y del siglo XVII, así como los refugios y la muralla de Carlos I. Desde este último punto se podrá contemplar también el templo y el molino, cada uno iluminado con una temperatura de color que marca las distintas épocas.