Excelentísimo señor presidente de la Asamblea Regional, Excelentísimo diputado nacional, Rector Magnífico de la Universidad Politécnica , Excelentísimos diputados regionales, Excelentísimo señor Alcalde de Puerto Lumbreras, señores ex alcaldes de la ciudad de Cartagena, compañeros de Corporación, señoras y señores:
Quienes conformamos desde hoy el Pleno del Ayuntamiento de Cartagena hemos llegado hasta aquí por la voluntad de los ciudadanos. Ellos han elegido con libertad entre las propuestas que les fueron presentadas por unas formaciones políticas que también se crearon libremente.
Acabamos de jurar o prometer nuestros cargos sobre un texto que empieza diciendo que “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”.
Ese mismo texto establece que son los partidos políticos quienes “expresan el pluralismo político” y les atribuye la “manifestación de la voluntad popular” y “participación política”.
El documento del que hablo, es como saben, la Constitución Española, un texto que fue el resultado de una reflexión impulsada por la mayor movilización democrática que ha existido en la historia de España.
La democracia española no nació ayer. No es el fruto del capricho de nadie.
Las normas que sustentan nuestra convivencia son el resultado de un gran pacto alimentado por los anhelos de generaciones de españoles que sí vivieron regímenes en los que se negaba la participación y en los que los ciudadanos no podían elegir a sus legítimos representantes.
Una persona que pretende intervenir en la política española, un colectivo que decida tomar la voz para plantear cualquier propuesta o reforma no debería hacerlo sin conocer ese texto y sin tener constancia de los enormes sacrificios, las renuncias y los consensos sobre los que se erigió el texto que sustenta nuestra convivencia.
El mejor de los sistemas políticos será siempre mejorable porque la sociedad avanza y habrá nuevas necesidades que el legislador no haya previsto. Pero el auténtico demócrata intentará corregirlas desde dentro. Por eso la buena voluntad detrás de una crítica no es excusa suficiente para imponerla al criterio de la mayoría.
La mayoría ha hablado y también lo ha hecho en Cartagena. Es cierto que esa mayoría ha optado por un proyecto concreto y una forma determinada de dirigir el municipio, pero me parece más importante en este momento recordar a todos los compañeros de esta Corporación la legitimidad que existe detrás de cada uno de sus designaciones y la enorme responsabilidad que tenemos todos los que ocupamos un asiento en este salón de plenos.
Los ciudadanos han utilizado los instrumentos de la democracia para darnos a nosotros el encargo de dirigir el municipio. Somos todos nosotros los responsables de mejorar su calidad de vida y solucionar los problemas de Cartagena dentro de las competencias que nos reserva la ley.
Los cartageneros se han pronunciado con claridad votando la opción de mi partido, la opción que representa el Partido Popular.
Cuando los ciudadanos votan a un partido que ha estado en el gobierno, su pronunciamiento tiene un doble significado. En primer lugar, ese voto supone la aprobación de la gestión que se ha realizado durante el último mandato; representa el visto bueno de la sociedad a las políticas desarrolladas y al cumplimiento de los compromisos que se adquirieron en las elecciones anteriores.
En segundo lugar, el voto refleja la apuesta por un proyecto de gobierno, el encargo para que un grupo de personas desarrolle el programa con el que han concurrido a las elecciones. Soy plenamente consciente de la enorme responsabilidad que supone haber contado con un respaldo tan rotundo para gobernar Cartagena.
Quiero expresar a los cartageneros el mayor de los agradecimientos de esta alcaldesa, de mi partido, del equipo humano que trabajó durante el mandato anterior y del que ha sido elegido para conformar el nuevo gobierno.
Sólo nuestro compromiso con Cartagena es mayor que nuestra gratitud por la confianza que se ha depositado, una vez más, en todos nosotros.
Cartagena ha decidido que un Gobierno fuerte administre el municipio en un momento de incertidumbre económica y nosotros trabajaremos todos los días de estos cuatro años para estar a la altura de ese encargo.
El primer lugar entre las preocupaciones de nuestra gente es el empleo.
Es verdad que las capacidades de un Ayuntamiento en materia laboral son limitadas, pero también es cierto que los ciudadanos esperan y merecen de nosotros que saquemos el máximo provecho de nuestras competencias para impulsar la generación de oportunidades de negocio y la creación de puestos de trabajo.
El gobierno que me acompañará durante los cuatro próximos años tendrá en la creación de empleo la mayor de sus prioridades.
En esa tarea confío contar con el respaldo y las aportaciones de toda la Corporación, pero, además trabajaré para lograr la colaboración de los agentes sociales, especialmente de los creadores de empleo, junto a los que debemos explorar y rentabilizar todas las líneas de crecimiento económico.
Las cifras de paro son mucho más que una variable económica, son un problema social cuyos efectos se han dejado notar de forma directa en los Ayuntamientos.
Nuestros servicios sociales se han visto desbordados en esta última legislatura ante la demanda de prestaciones por parte de familias desestabilizadas por el desempleo. Nos hemos visto obligados a aumentar su presupuesto y recortar en otras áreas para sostener la cobertura social.
El nuevo Gobierno mantendrá sus objetivos en materia social. Trabajaremos desde el primer día para reforzar los sistemas de coordinación y de trabajo conjunto entre el Ayuntamiento, el voluntariado y todas las instituciones que trabajan con las personas y colectivos que necesitan ayuda.
La reducción ya la eliminación de programas sociales enteros en los presupuestos generales del Estado nos obligan a poner los medios para que el valioso trabajo de nuestras organizaciones y sus voluntarios sea de la máxima eficacia.
Aplicaremos un diseño de trabajo en red para evitar la duplicidad de esfuerzos y para obtener la mayor rentabilidad posible a cada euro destinado a materias sociales.
Tengan por seguro que no vamos a escatimar recursos para atender a los ciudadanos más vulnerables por la crisis.
La diversificación de la economía y el impulso a sectores como el turismo o las grandes inversiones industriales han permitido amortiguar los efectos de una crisis que en otras condiciones hubiera sido mucha más aguda.
Entre todas ellas, destaca una que ya ha demostrado su capacidad generadora de empleo.
En los últimos años hemos conseguido crear y consolidar las bases sobre las que levantar una gran industria turística basada en el patrimonio histórico. La peatonalización del centro y la recuperación de nuestros monumentos desde criterios de calidad han merecido el aplauso de los especialistas y han sustentado un creciente número de visitas que nos demuestran su capacidad generadora de actividad económica.
En los próximos años debemos ser capaces de traducir todo ese esfuerzo en empleo. Debemos trabajar por hacer presente esa oferta en los mercados turísticos nacional e internacional y debemos, también, multiplicar la capacidad de Cartagena para atraer nuevos visitantes.
Hemos realizado un gran esfuerzo por recuperar el patrimonio histórico y arqueológico. De ese trabajo forman parte proyectos emblemáticos, como la excavación del Teatro romano y la construcción de su Museo; y otras menos monumentales pero muy efectivas, como la recuperación de las fachadas de edificios en el Casco histórico.
Contamos con el sello turístico “Cartagena, Puerto de Culturas”, bajo cuyo nombre se agrupa una gran oferta turística a la que en los próximos meses se va a incorporar el Parque Arqueológico de El Molinete.
Las dificultades que los promotores tienen para lograr crédito están demorando la participación privada en el desarrollo del cerro, pero nosotros no hemos dejado de invertir en él. Hemos diseñado su transformación en un barrio urbano y lo hemos convertido en un lugar interesante para establecer negocios y hogares.
Como ocurre en el caso del Monte Sacro, la transformación del Casco Histórico va a hacer que la iniciativa privada se implique en la recuperación definitiva de todo el centro en cuanto mejore su acceso a la financiación.
En todo caso, la apertura del parque arqueológico de El Molinete va a consolidar nuestra oferta de turismo urbano y sumará atractivos a un centro histórico que merece una atención singular por su protagonismo en nuestro futuro turístico.
Por esa razón, el próximo Gobierno municipal reforzará el cuidado y el desarrollo del Casco Histórico, estableciendo una comunicación más estrecha y fluida con el comercio y la hostelería.
Los criterios de calidad seguirán rigiendo el turismo tradicional, trabajaremos para ampliar la oferta de deportes náuticos y mantendremos los servicios que ha puesto a las playas de Cartagena entre las más premiadas de España.
El Auditorio y Palacio de Congresos nos va a situar en el circuito del gran turismo de congresos.
El emplazamiento y las cualidades de esta gran infraestructura nos ponen a la altura de cualquier competidor y nos permiten dar un salto cualitativo como ciudad organizadora de reuniones profesionales.
Trabajaremos junto a todas las instituciones y empresas que se han incorporado a la Oficina de Congresos para potenciar esta forma de turismo, que garantiza ocupación de hoteles y consumo en el comercio y la hostelería de la ciudad.
La suma de atractivos y servicios de este municipio hace posible que nos planteemos avanzar en el crecimiento de Cartagena como destino de otras formas de turismo con enorme proyección. Es el caso del turismo basado en nuestras fiestas y tradiciones, el turismo atraído por nuestras citas culturales, deportivas y musicales; el turismo de idiomas, y, especialmente, del turismo de cruceros.
Durante esta legislatura trabajaremos junto a la Autoridad Portuaria y el empresariado local para preparar la transformación de Cartagena en puerto “home” de cruceros turísticos.
Sabemos que este objetivo requiere mucho trabajo e importantes inversiones, pero creemos que Cartagena tiene una gran oportunidad en este sector en alza que beneficia de manera más notable a los puertos en los que se inician o finalizan los circuitos.
Una de las infraestructuras básicas para hacer competitiva a Cartagena como puerto base de cruceros es el tren de alta velocidad.
Esta legislatura debe ser definitiva para el logro de este objetivo. El ayuntamiento de Cartagena trabajará desde la sociedad constituida para la creación de la nueva estación y vigilará el cumplimiento de los últimos compromisos adquiridos por la Administración central.
Necesitamos modernizar el tráfico ferroviario de pasajeros, pero también es imprescindible para nuestro futuro económico la modernización del transporte ferroviario de mercancías.
El puerto de Cartagena tiene que conectarse a la nueva red ferroviaria europea y debe ser dotado de una gran zona logística que garantice la intermodalidad en el transporte de mercancías.
La principal demanda de nuestros conciudadanos es el empleo y son los empresarios quienes lo crean.
Es mi intención estrechar los lazos entre el Gobierno municipal y los empresarios y sus organizaciones para acudir con ellos a la captación de mercados e inversores y para garantizar que la administración sea una ayuda al servicio del emprendedor y no un obstáculo para la creación de empresas.
Por esa razón, el Gobierno encargará a un grupo de expertos integrado por técnicos municipales y de las organizaciones empresariales, la revisión de los procedimientos administrativos para reducirlos a los trámites imprescindibles.
Incorporaremos las sugerencias que se refieran al ámbito municipal y trasladaremos el dictamen de esta ponencia técnica al resto de las administraciones involucradas en las autorizaciones que necesitan las empresas.
Tenemos que dar facilidades al empresario para abrir negocios, debemos mantener nuestro respaldo al comercio local y reforzar el apoyo al crecimiento de nuestras áreas industriales.
Proyectos como el de la ciudad de los contenidos, Conténtpolis, el Observatorio Oceanográfico o el “Barrio del Conocimiento” abrirán nuevas oportunidades en áreas de enorme proyección y futuro.
Aunque el panorama económico está distorsionado por la situación de crisis, no debemos olvidar el potencial de Cartagena para la empresa, la disposición de suelo industrial en áreas como Los Camachos; la implantación de grandes empresas, como Navantia o Repsol, y la presencia de una universidad politécnica.
Nosotros trabajaremos para que el Campus Mare Nostrum logre convertirse en protagonista de la transferencia tecnológica con las empresas de la comarca y la región, especialmente con los sectores naval y agrícola.
No olvidamos que Cartagena disfruta de una agricultura moderna y eficiente que se enfrenta a amenazas dentro y fuera de nuestro municipio.
Los agricultores de Cartagena contarán con la ayuda de su Ayuntamiento en la solución de los problemas que más les preocupan, singularmente con el de la seguridad en las zonas rurales.Queremos que el nuevo Gobierno colabore con el empresariado y los especialistas en el mundo laboral para definir con la mayor precisión las líneas por las que deben discurrir los esfuerzos municipales en materia de formación y tutela de empresas.
El acierto en los objetivos hará mucho más eficaz el trabajo que coordinaremos desde la Agencia Local de Desarrollo y Empleo y en el que seguirá participando gran parte de las concejalías del Ayuntamiento. Avanzarán en el trabajo ya desarrollado e incorporarán nuevos proyectos, como la creación de más centros ocupacionales o la apertura y puesta en marcha del vivero de empresas de la mujer.
Aunque el margen del ayuntamiento en materia laboral no es amplio, son muchos y diversos los proyectos con los que podemos contribuir a la generación de empleo.Debemos hacerlo con eficacia y claridad de objetivos porque la lucha contra el paro es urgente y los medios económicos para librarla son muy escasos.
Este ayuntamiento ll